sábado, 06 junio 2009
Saldo pendiente
Le debes a mi soledad
un centenar de horas en tus brazos,
una docena de amaneceres en tu desnudez,
un par de roces de tus dedos en mi espalda
y una veintena de frenesíes y éxtasis de tus caricias.
Espero a que abones con intereses,
el saldo de pasión que adeudas a mi piel,
el torrente desbordado que destila de tu manantial
y por el que esperan mis noches vacantes y privadas de tu desnudez
Ah, y tus besos, vida mía… tus besos…
¡Esos me los debes todos!